PRESERVACIÓN DE LA FERTILIDAD FEMENINA

CRIOPRESERVACIÓN DE EMBRIONES

Los embriones son criopreservados en nitrógeno líquido a muy bajas temperaturas (-196ºC), siempre que su calidad lo permita. Desde hace ya varios años, la técnica más usada es la vitrificación, con la que se ha mejorado mucho la tasa de supervivencia embrionaria a la congelación.

Actualmente, debido a los avances técnicos, es posible la criopreservación en diferentes estadios embrionarios evolutivos, desde cigotos (18 horas tras la fecundación) hasta blastocisto (120 horas tras fecundación).

Una vez realizado el proceso, los embriones son almacenados en un banco de embriones, dónde permanecerán hasta su utilización.

La ventaja que ofrece esta técnica es que permite realizar transferencias embrionarias sin volver a pasar por un proceso de fecundación in vitro completo.

Una vez realizado el proceso, los embriones son almacenados en un banco de embriones, dónde permanecerán hasta su utilización.

PRESERVACIÓN DE LA FERTILIDAD MASCULINA

CRIOPRESERVACIÓN DE SEMEN

Es una técnica que permite mantener congeladas y almacenadas muestras de semen durante largos períodos de tiempo.
El proceso es viable debido a la acción de sustancias crioprotectoras que permiten que los espermatozoides sobrevivan a su inmersión en nitrógeno líquido (-196ºC), aunque un 15-40% de estos se pierden durante el proceso.

Está indicada para pacientes que van a someterse a un tratamiento de reproducción asistida y que por diversos motivos pueden tener alguna dificultad para que el varón aporte la muestra el día que se le requiera. También es adecuada antes de tratamientos oncológicos o de vasectomía.

Las muestras son congeladas y almacenadas en el banco de semen hasta que el paciente decida emplearlas o destruirlas.

Las muestras son congeladas y almacenadas en el banco de semen hasta que el paciente decida emplearlas o destruirlas.

RECUPERACIÓN DE ESPERMATOZOIDES DE TESTÍCULO

En los casos en los que no se encuentren espermatozoides en el eyaculado, la recuperación de los mismos puede llevarse a cabo por distintos métodos quirúrgicos, siempre y cuando en el testículo exista producción.

El procedimiento que se lleva a cabo en cada caso dependerá de la patología del paciente:

  • Biopsia abierta de testículo (TESE)
  • Punción-aspiración percutánea testicular (TESA)
  • Punción-aspiración percutánea de epidídimo (MESA)
  • Aspiración de epidídimo (PESA)

Si el resultado de la intervención es satisfactorio, es decir, si se hallan espermatozoides, estos son criopreservados y almacenados como muestras valiosas para su empleo posterior en ciclos de fecundación in vitro con microinyección espermática.

La técnica requiere la colaboración entre el urólogo y el laboratorio de andrología para congelar en el momento los espermatozoides obtenidos.

La probabilidad de recuperar espermatozoides mediante estas técnicas varía considerablemente en función de la patología particular de cada paciente. En las azoospermias obstructivas llega a un 95% de los casos, mientras que en azoospermias secretoras esta probabilidad desciende hasta el 50%.

En los casos en los que no se encuentren espermatozoides en el eyaculado, la recuperación de los mismos puede llevarse a cabo por distintos  métodos quirúrgicos, siempre y cuando en el testículo exista producción.