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LA TASA DE EMBARAZO DE UN CICLO DE FIV/ICSI SUPERA EL 50% AUNQUE DEPENDE MUCHO DE LA EDAD DE LA MUJER Y DE LAS CIRCUNSTANCIAS DE CADA PAREJA.
Es una técnica de reproducción asistida indicada en casos de factor tubárico-peritoneal (obstrucción o adherencia de las trompas de Falopio), endometriosis de grado moderado o severo, factor masculino moderado o severo, edad materna avanzada y tras fracaso de inseminaciones.
El objetivo es aumentar al máximo las posibilidades de gestación mediante la realización de una estimulación ovárica controlada empleando hormonas foliculoestimulantes, para que en el ovario se desarrollen múltiples ovocitos (óvulos). Este proceso dura unos 10 días, durante los cuales se lleva a cabo un seguimiento del crecimiento folicular a través de ecografías y análisis hormonales.
En el momento óptimo de maduración, los ovocitos son recuperados del ovario, mediante punción y aspiración, vía transvaginal. Este proceso, aunque de breve duración, se realiza en quirófano y bajo sedación anestésica. La recuperación de la paciente es rápida y es dada de alta pasadas unas horas.
Los ovocitos recuperados son llevados al Laboratorio de Embriología, donde son lavados y depositados en un medio de cultivo y en unas condiciones ambientales óptimas, a la espera de ser fecundados.
La tasa de embarazo de un ciclo de FIV/ICSI supera el 50%, aunque depende mucho de la edad de la mujer y de las circunstancias de cada pareja. La tasa de embarazo acumulada llega al 70%.
EL PROCESO DE FECUNDACIÓN CONSISTE EN LA UNIÓN DE LOS DOS GAMETOS, EL FEMENINO U OVOCITO Y EL MASCULINO O ESPERMATOZOIDE. SE PUEDE HACER DE DOS MANERAS:
1.- FIV CONVENCIONAL: en el medio de cultivo dónde se encuentran los ovocitos se deposita una cantidad controlada de espermatozoides, previamente tratados y capacitados.
A las 17 horas se valora la fecundación y los embriones resultantes se mantienen en cultivo, controlando y valorando a diario su desarrollo, hasta el momento de la transferencia o criopreservación
2.- ICSI O MICROINYECCIÓN ESPERMÁTICA: tras denudar o liberar cada ovocito de las capas de células que lo rodean, bajo microscopio se introduce un espermatozoide seleccionado en función de su movilidad y morfología en su interior, sin producirle lesión alguna durante el proceso. Es obligatorio en los casos de esterilidad de causa masculina moderada o severa en los que la calidad de los espermatozoides está muy mermada y es opcional y bastante habitual en el resto de indicaciones de FIV.
En los días posteriores se valora cuantos ovocitos han fecundado y la evolución de los embriones resultantes mediante técnicas de puntuación de calidad embrionaria.
Dependiendo de las circunstancias de cada caso la transferencia embrionaria se realizará a los 2, a los 3 o a los 5 o 6 días de la punción folicular.
En clínica NIDA cultivamos todos los embriones hasta día 5 o día 6 de desarrollo (estadío de blastocisto) antes de decidir su destino. Esto nos permite realizar una valoración de los embriones mucho más precisa y aumentar las posibilidades de éxito en cada transferencia embrionaria, además de sincronizar la receptividad del útero con el desarrollo embrionario.
La transferencia embrionaria consiste en colocar uno o más embriones en la cavidad uterina esperando que ocurra la implantación y el embarazo. Es una técnica habitualmente sencilla que no precisa anestesia pero es muy importante realizarla con especial cuidado ya que de ello depende en gran medida que el embrión llegue en las mejores condiciones al útero.
Se realiza con un catéter especialmente diseñado para la técnica y no agresivo para el útero y con control ecográfico para asegurar la correcta colocación del embrión o embriones en el útero. Se realiza en condiciones de asepsia y tras un corto reposo, la paciente recibe el alta.
Cada vez se tiende más a la transferencia de un único embrión para evitar las gestaciones múltiples, por lo que es crucial disponer de un equipo con gran experiencia para realizar la mejor selección embrionaria y transferirlo en las mejores condiciones posibles. En clínica NIDA somos pioneros en la transferencia de un único embrión, siendo una de las pocas clínicas de España que lo realiza en el 100% de los casos desde hace años.
Si se han generado más embriones de los necesarios para la transferencia, estos se criopreservarán siempre y cuando cumplan unos requisitos mínimos de calidad.
La tasa de embarazo de un ciclo de FIV/ICSI supera el 50% aunque depende mucho de la edad de la mujer y de las circunstancias de cada pareja. La tasa de embarazo acumulada llega al 70%.
La principal adversidad de la FIV/ICSI es la gestación múltiple, que puede ocurrir incluso transfiriendo un único embrión; supone alto riesgo de complicaciones en la gestación, especialmente de prematuridad, lo que conlleva altos índices de morbilidad e, incluso, mortalidad perinatal.
Los embarazos derivados de un ciclo de FIV/ICSI se comportan como cualquier otro embarazo y no están exentos de algunas complicaciones como el aborto o la gestación ectópica.
Esta técnica permite, tras una fecundación in vitro, el cultivo de embriones hasta el estadio de desarrollo in vitro más avanzado: el blastocisto.
La principal ventaja es una mejor selección embrionaria, lo que reduce el número de embriones a transferir y la probabilidad de embarazo múltiple, además de sincronizar la receptividad endometrial con el desarrollo embrionario.
Para realizarla con garantía es muy importante disponer de un equipo de embriólogos con experiencia y de incubadores de alta tecnología como los que tenemos en la Clínica NIDA.
En los casos en los que no se encuentren espermatozoides en el eyaculado, la recuperación de los mismos puede llevarse a cabo por distintos métodos quirúrgicos, siempre y cuando en el testículo exista producción.
Si el resultado de la intervención es satisfactorio, es decir, si se hallan espermatozoides, estos son criopreservados y almacenados como muestras valiosas para su empleo posterior en ciclos de fecundación in vitro con microinyección espermática.
La técnica requiere la colaboración entre el urólogo y el laboratorio de andrología para congelar en el momento los espermatozoides obtenidos.
La probabilidad de recuperar espermatozoides mediante estas técnicas varía considerablemente en función de la patología particular de cada paciente. En las azoospermias obstructivas llega a un 95% de los casos, mientras que en azoospermias secretoras esta probabilidad desciende hasta el 50%.