En la sociedad actual vemos como la maternidad se inicia cada vez a edades más tardías.
A pesar de todas las políticas sociales para fomentar la natalidad y para modificar nuestra tendencia demográfica de envejecimiento de la población, las mujeres tienen los hijos cada vez más tarde y cada vez tienen menos hijos.
Y la realidad es que el problema es más complejo de lo que parece, ya que no son solo las razones económicas ni de conciliación laboral las que condicionan este hecho, sinó también el cambio social y cultural tan grande que estamos viviendo.
En las Unidades de Reproducción convivimos todos los días con mujeres y parejas que buscan su primer hijo más allá de los 40 años y cada vez más cerca de los 50. Y esto supone un reto importante para todos los profesionales implicados tanto en los tratamientos de fertilidad que requieren estas pacientes como en la atención al embarazo y parto.
¿ Cómo podemos ayudar a nuestras pacientes?
1.- Actualmente disponemos de estrategias eficaces y seguras de preservación de ovocitos mediante la vitrificación de los mismos. Se recomienda reallizarlo antes de los 35 años en aquellas mujeres que desean tener hijos pero por la razón que sea lo van a retrasar de forma significativa. Es muy importante que las pacientes que recurran a este procedimiento sepan que no hay una garantía de embarazo posterior y que dependiendo del número y calidad de los óvulos vitrificados la probabilidad de embarazo será mayor o menor.
2.- Aquellas mujeres de más de 38 años que precisen tratamientos de reproducción asistida deben saber que tienen un porcentaje de anomalía cromosómica en sus óvulos superior al 50% lo que a su vez dará lugar a un porcentaje similar de embriones con anomalía cromosómica. En estas pacientes siempre que la calidad embrionaria lo permita podemos realizar antes de una transferencia embrionaria un estudio genético cromosómico a los embriones para evitar la transferencia de un embrión con una anomalía cromosómica ( Test genético preimplantacional) , lo que nos permite disminuir la tasa de fracaso en la transferencia y el riesgo de aborto. Si conseguimos transferir al útero un embrión cromosómicamente sano la posibilidad de embarazo llega al 80 %, pero habrá algunas pacientes que no tendrán opción a transferencia embrionaria, aquellas en las que todos los embriones resulten cromosómicamente alterados.
3.- Por último, para aquellas pacientes que por edad o por fracasos previos no puedan conseguir un embarazo con las dos estrategias anteriores existe una opción que es la donación de óvulos con la que la tasa de embarazo es muy alta, llegando a un 80% por ciclo de tratamiento.
Dicho todo lo anterior , me gustaría hacer algunas reflexiones.
En primer lugar las mujeres deben saber que lo ideal es no retrasar excesivamente la maternidad, ya que el objetivo final no es conseguir un embarazo , lo cual es factible casi a cualquier edad hoy en día con las herramientas anteriores. El objetivo final es TENER UN NIÑO SANO EN CASA , a poder ser con unos padres que a su vez tengan salud para cuidarlo hasta que sea una persona autónoma.
Es muy importante informar a la población de que la edad materna en si misma supone un factor de riesgo de complicaciones en el embarazo como la hipertensión arterial (HTA) asociada al embarazo y la diabetes gestacional además de otras. La incidencia de estas complicaciones aumenta sobre todo en las mujeres gestantes de más de 45 años y especialmente en aquellas que tienen alguna patología de base como la obesidad, una HTA previa, alteración en el metabolismo de la glucosa, u otras patologías que puedan suponer un factor de riesgo adicional.
El tema es que algunas de estas complicaciones pueden resultar difíciles de controlar y pueden poner en riesgo la salud de la madre gestante o la del bebé dando lugar a retrasos de crecimiento intraútero o a partos prematuros que pueden suponer en algunos casos secuelas en el desarrollo psicomotor de los niños. Ya no digamos si el embarazo es una gestación múltiple. En este caso se multiplican los riesgos de las complicaciones mencionadas y aumenta mucho la morbimortalidad perinatal.
Por todo ello la Sociedad Española de Fertilidad recomienda no hacer tratamientos a mujeres mayores de 50 años y hay cierto consenso entre los Centros de Reproducción sobre este límite.
También es muy importante y es responsabilidad de las Unidades de Reproducción Asistida velar por minimizar el riesgo de complicaciones evitando la transferencia de más de un embrión al útero en los tratamientos de fertilidad, para reducir al máximo los embarazos múltiples. Recordemos que el objetivo es el niño sano en casa.
Aun así la demanda de tratamientos en mujeres de edad reproductiva avanzada va aumentando y cada vez son mas numerosas las que desean ser madres en la proximidad de los 50 años, por lo que el debate está servido.
Clínica Nida.