LA INFERTILIDAD MASCULINA, UN PROBLEMA PRESENTE EN EL 40% DE LOS DIAGNOSTICOS EN LAS CONSULTAS DE REPRODUCCIÓN.

El 40% de los diagnósticos de infertilidad apuntan a una causa masculina. Suponiendo un porcentaje elevado y aunque el espermatozoide es parte fundamental e irremplazable del proceso reproductivo, durante muchos años ha estado relegado a un segundo plano. 

La andrología, parte de la medicina que estudia cualquier aspecto relacionado con la función reproductora masculina, tuvo su momento de auge en la década de los 70 y de los 80 del siglo pasado, pero a partir de principios de los 90, con la implantación rutinaria de la técnica ICSI en los laboratorios, que permite la fecundación de los óvulos con un número mínimo de espermatozoides disponibles, el diagnóstico y el tratamiento del factor masculino perdió importancia. 

Hoy día se está recuperando el interés por el estudio en profundidad del espermatozoide. Se trata de afinar un diagnóstico que nos permita conocer hasta que punto influye el espermatozoide en el comienzo y el desarrollo del embarazo.

¿Cómo saber si un hombre tiene problemas de infertilidad?

La prueba estándar para el estudio de la calidad seminal es el seminograma o espermiograma. Básicamente, permite determinar cuántos espermatozoides hay, como se mueven y que forma tienen. Y por ello, la existencia de un problema de infertilidad.

Si el caso particular de cada pareja lo requiere, podemos realizar una serie de pruebas complementarias como el estudio de la fragmentación del ADN espermático dónde se estudia el nivel de roturas en la cadena de ADN, el FISH de cromosomas del espermatozoide que nos informa de si estos tienen el número correcto de cromosomas o las microdeleciones del cromosoma “Y” que puede ser causa de la ausencia de espermatozoides (azoospermia).

 Todos estos estudios ponen su foco en la carga cromosómica, dónde se encuentra toda la información que el espermatozoide transporta y aporta al futuro embrión. En caso de alteración, las soluciones pasan por dos vías; o tratar de seleccionar aquellos espermatozoides con mejor potencial o, si esto no es posible, realizar un estudio genético de los embriones generados para descartar aquellos con anomalías.

El equipo Nida está en constante formación para poder ofrecer a sus pacientes las últimas tecnologías en el diagnóstico y tratamiento de la infertilidad masculina con el único fin (como siempre decimos) de conseguir un niño sano en casa.

Clínica Nida