“Tareas pendientes “en tiempos de confinamiento.
Parte 3. Acaba con el sedentarismo.
Desde Clínica Nida podríamos comenzar exponiéndote todos los beneficios que tiene el hacer una actividad física regular, podríamos darte unas pautas mínimas o incluso, por qué no, adjuntar una tabla con ejercicios pero estamos convencidos de que en más de una ocasión has leído sobre ello y que incluso lo has intentado llevar a cabo…
Cuando por circunstancias personales no somos capaces de mantener una actividad física regular, los detalles se vuelven importantes y ahora que estamos confinados lo son más que nunca.
¿Podrías entonces subir y bajar por las escaleras? ¿Escoger el camino más largo para llegar a tu destino? ¿No usar el coche para ir a la farmacia que tienes más próxima? ¿Podrías no aparcar en la puerta del local al que vas? ¿Ver menos horas la televisión?… En decisiones como éstas está la clave para mantenernos más activos, serán “minipíldoras de actividad saludable” que combinadas con un aumento de la exposición solar, aunque sea en estos momentos desde una ventana, tendrán una repercusión positiva en tu organismo.
Hemos dejado de ser cazadores nómadas para convertirnos en seres motorizados que pasamos la mayoría del tiempo quiescentes… Nuestro cuerpo, tu cuerpo, está programado genéticamente para estar la mayor parte del tiempo en movimiento y no para pasar largas horas sentado sin apenas modificar su postura en lugares donde no recibimos los rayos del sol. Este cambio de comportamiento, juega en nuestra contra y es vital revertirlo dándole “minipildoras de actividad “aunque estemos confinados.
Tener una actitud más proactiva hace que tu gasto calórico aumente y por consiguiente que tu metabolismo trabaje de una manera más equilibrada respecto a la ingesta diaria que haces de alimentos. Este reajuste del balance energético redundará en la calidad de tu salud y unido a una mayor producción de vitamina D al pasar más tiempo expuesto al sol, tendrá claros efectos beneficiosos no solo a nivel físico sino también mental. ¿No crees por tanto que es argumento suficiente para activarte y empezar a variar cosas tan nimias como la de decidir que hoy no pulsarás el botón del ascensor porque te has parado a pensar en tu corazón?
Nida Clínica